
Macao, la antigua colonia portuguesa devenida capital mundial de los juegos de azar, celebró este viernes el 25º aniversario de su regreso a la soberanía de China bajo el modelo de integración conocido como “un país, dos sistemas”. En este cuarto de siglo, la pequeña ciudad portuaria, el único territorio chino donde el juego está permitido, ha superado a Las Vegas como el mayor centro de apuestas del planeta, una corona que le ha valido para ser una de las economías de más rápido crecimiento en las últimas décadas. En los planes de Pekín, sin embargo, toca pasar página. El Gobierno chino quiere que el territorio sureño desarrolle nuevas industrias más alineadas con los planes de innovación de la parte continental. Este viernes por la mañana, el presidente Xi Jinping ha instado al nuevo líder regional, Sam Hou-fai, a diversificar la economía macaense, conectarse con las estrategias nacionales y atraer talento global.