
Como los antiguos héroes de la mitología y de manera muy adecuada para un amante de los pájaros, David Bigas ha obtenido un lugar en los cielos. Una silueta metálica con su inconfundible perfil de cabello rizado permanentemente despeinado por el viento y su porte algo tripudo, aferrado a su telescopio, ha sido instalada en la alta torre de observación de Migjorn, sobre la Bassa de l’Alfacada, cerca de la playa y la entrada a la isla de Buda. El gran ornitólogo que unió de manera indisoluble su nombre al Delta del Ebro permanecerá así para siempre en la atalaya haciendo lo que más le gustaba, ver pájaros, en el delta, su patria de elección. El mirador ha sido rebautizado con el nombre de David Bigas de forma que todo el conjunto queda como un permanente homenaje a una persona que amó tanto este paisaje y a sus aladas criaturas.