La pelea entre la Hungría del nacionalpopulista Viktor Orbán y la Polonia del conservador europeísta Donald Tusk escala por momentos. Las autoridades húngaras han concedido asilo político al exviceministro de Justicia polaco Marcel Romanowski, procesado por malversación y corrupción. El ministro de Exteriores polaco, Radosław Sikorski, ha definido la decisión de Budapest como un “acto hostil”. Los dos Estados miembros de la UE mantienen una relación muy fría desde que Tusk reemplazó a los ultraconservadores de Ley y Justicia en Polonia (PiS) —al que pertenece Romanowski—, aliados del Orbán en el club comunitario.