
El Senado de Chile discute un proyecto de ley misceláneo para modificar la actual normativa de migración y extranjería, promovido por el Gobierno de Gabriel Boric, que incorpora a los ruidos molestos, las riñas y el comercio ambulante, como causales de sanciones migratorias. La medida ha sido controvertida luego ser asociada con un motivo para la deportación, pero Luis Eduardo Thayer, director del Servicio Nacional de Migraciones (Sermig), aclara que no tendrán ese resultado. “Las faltas reiteradas a la convivencia no constituyen una causal de expulsión, sino de revocación o rechazo de permisos de residencia”, dijo en una conversación telefónica.