La muerte inesperada de Isak Andic el sábado mientras practicaba el senderismo en Montserrat ha dejado conmocionada a toda la élite empresarial catalana. En los últimos dos días, empresarios, políticos y amigos del fundador y presidente no ejecutivo de Mango se han acercado al tanatorio de Les Corts, en Barcelona, para arropar a la familia. La capilla ardiente y el sepelio se han desarrollado en la más estricta privacidad, pese a la expectación mediática que ha generado. A la espera de que se dirima la cuestión sucesoria en la compañía, Andic, que ostentaba el 95% de las acciones de Mango y deja tres hijos, ha sido enterrado en el mediodía de este lunes en el recinto hebreo de este cementerio, el más antiguo en Barcelona dedicado a la tradición judía.
