
El cerco a la competencia que las grandes plataformas digitales hacen a los medios de comunicación con la difusión de noticias se estrecha en Australia. El Gobierno laborista del primer ministro Anthony Albanese se dispone a imponer un impuesto desde el próximo año que obligará a gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Tik Tok a financiar el periodismo. La medida, en vigor a partir de enero, afectará a las plataformas que ingresen más de 250 millones de dólares australianos (152 millones de euros).