Termina 2024 con un país más polarizado, en guerra y plena efervescencia electoral en el que el Gobierno nacional busca superar las talanqueras a su estrategia de reelección del proyecto político del cambio; la derecha explora el escenario en procura de un candidato que seduzca, aglutine y garantice su retorno al poder en sintonía con el pensamiento de Trump, Milei y Bukele; y el centro político afina el nombre de una persona que convenza al electorado de que es hora de que le apueste a una salida alternativa a la crisis permanente para vencer el miedo, la polarización, la corrupción y la inseguridad, después de cuatro años de populismo de izquierda.
